La divulgación es el oxígeno de la ciencia. Al igual que la sangre transporta este elemento indispensable a todas las células de nuestro organismo para evitar que mueran, los investigadores tenemos que divulgar para que la ciencia no se nos ahogue en los laboratorios.

Como científico, trabajo incansablemente en mi ciencia. Pero para mantenerla sana, utilizo parte de mi tiempo en escribir artículos, dar charlas o hacer monólogos en base a ella. Hasta ahora, nunca había divulgado como “Somos Científicos” me ha permitido hacer y he de decir que ha sido una experiencia interesantísima y… sí, divertidísima. Es maravilloso ver, cada vez más a menudo, actividades geniales en pro de la divulgación creadas por personas comprometidas y brillantes. Y al mismo tiempo, es muy motivador ver a científicos dejando la bata de lado para participar en ellas.
El contacto de la ciencia con la sociedad es algo bonito y necesario. Nuestros números dejan de ser simples números y se convierten en Beneficio (si, en mayúscula), en cualquier momento que la sociedad recibe un poco de la información que obtenemos por y para ellos. Casi más valor adquiere la idea cuando la parte de la sociedad que recibe ese beneficio es, ni más ni menos, que el futuro de esa sociedad.

Ha sido maravilloso dialogar con chavales que, sean o no científicos en un futuro, son sin duda alguna el futuro mismo. Espero que hayáis adquirido conocimiento y fuerza para perseguir vuestros objetivos y que hayáis exprimido al máximo las mentes de todos esos científicos que habéis tenido a vuestra disposición durante dos semanas. Mis más sinceras gracias a todos vosotros por la confianza y los ánimos que también me habéis dado a mí, ha sido una simbiosis muy interesante. Solo espero que os haya transmitido una gotita del océano de cosas maravillosas que la ciencia tiene para ofrecer, trabajéis o no en este mundo al crecer. Muchos ánimos en vuestro futuro, que, poca duda cabe, va a ser estupendo. Y gracias por esos votos que me han puesto una sonrisa muy bonita en la cara y me han hecho tan feliz.

Gracias también a los organizadores y el resto de personas implicadas (científicos y profesores sobre todo), por mover esa sangre de la ciencia y “sacarnos” de nuestros a veces profundos y oscuros laboratorios. Divulgar no es fácil y toda ayuda es esencial.

En fin, gracias a todos por hacer posible una experiencia tan bonita, y ya sabéis…

¡Seguimos!