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Preguntado por mireia_verde a Alejandra, Álex, Álvaro, Cristina, Sonia el 6 Nov 2017.
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Sonia De Castro de la Osa contestada el 6 Nov 2017:
Nuestro trabajo no tiene por qué afectar a nuestras creencias. Conozco gente muy creyente y gente que no cree entre mis compañeros y amigos. Al final es una elección personal
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Álvaro Sahún Español contestada el 6 Nov 2017:
Ni creo, ni dejo de creer. Como bien dices, dedicarte a la ciencia te muestra el mundo funcionando de una manera que parece no encajar bien con la existencia de Dios. Sin embargo, tampoco tenemos una prueba clara de la «no existencia de Dios». Como no hay pruebas consistentes ni en una ni en otra dirección, creo en las personas que me quieren y en mi mismo… que eso seguro seguro seguro que existe 🙂
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Alejandro Díaz Moscoso contestada el 6 Nov 2017:
Pues yo sí que creo en Dios. O, al menos, en que hay algo ahí que no alcanzamos a comprender. Creo que en el alma de los seres vivos como parte de la existencia y en que no es algo que no desaparece al morir. Una esencia o una energía que tiene que ir a algún sitio.
El hecho de ser científico no es un problema para ello. Hay sitio para las dos cosas. Hay muchas lagunas que la ciencia aún no puede llenar (¿Qué hubo antes del Big Bang? ¿Cómo surge la vida? ¿Qué hay más allá del universo? etc…). Y, aunque las vaya llenando, seguro que aparecen lagunas nuevas.
En cualquier caso, creo que la gran mayoría de la gente necesita creer en algo que no alcanza a entender. Hay gente que cree en Dios (en cualquiera de sus formas). Otros dicen que creen en la Madre Naturaleza. Otro creen en fantasmas o extraterrestres. Al final, casi todos buscan algo «irracional» en lo que creer. No sé si será algún tipo de «necesidad» humana o simplemente una forma de poner algo de misterio a una vida que sería un poco más aburrida de otra forma.
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